Buenas noches amores, se que es tarde, pero es mi día libre y es el poquito tiempo que he decidido dedicarle al blog, a ponerlo otra vez en funcionamiento después de un año entero.
En realidad, ha sido un año en el que no he parado de cocinar, de hacer experimentos, de meter la pata hasta el fondo y, por supuesto, de hacer fotos a los resultados.
Hoy, voy a subir algo que tenia guardado desde tiempos inmemoriales, mucho antes de hacer el parón y que he ido dejando pendiente porque me daba pereza, pero os lo tengo que enseñar...
¡¡¡ESPUMA DE TOMATE!!!
Sorpresa, sorpresa! Es blanca!!!
Siiii! No se si veis Masterchef pero, para los que lo seguís, el otro día presentaron una sopa de tomate transparente. Y es que el truco está en que no se hace con la pulpa del tomate, si no con el liquido que esta suelta, que es completamente incoloro (vaaale, es ligerisisimamente amarillento...)
Para hacerla, deberemos disponer de un sifón, por aquello de que monte y eso :P
Lo primero que haremos sera colar la pulpa de tomate rallada por un colador al que le habremos puesto un papel absorbente debajo, para no dejar pasar las impurezas. Si utilizáis cafetera, un filtro de café también es totalmente válido. Yo soy más rústica porque no bebo café y nunca me acuerdo de los filtros hasta que mi madre me lo dice cuando ya tengo hecho el montaje decantador. Café únicamente para tiramisú, jajaja.
En fin, que me voy del tema... Lo dejamos reposar toda la noche para que caiga hasta la ultima gotita y, la pulpa sobrante la convertimos en tumaca con un poco de aceitito de oliva, sal y pizca de orégano. Para el desayuno... Ñam!!
Una espuma con todo el sabor del tomate pero sin el color del mismo que sorprenderá a quien lo pruebe.
Espero que os guste y que volváis a comentarme muchooo!!