Y no, no hablamos de las sales de baño. Hoy os traigo sales arómaticas y, por supuesto, para cocinar. En mi casa somos todos muy amigos de ensaladas y pescados y carnes a la plancha y por ello tenemos una mini colección de sales aromatizadas para darles un toque especial.
Estas sales nosotros las compramos en Hervás, el pueblo de mi padre, pero se pueden pedir por internet en esta página
Os presento las que tenemos en casa:
Arriba a la izquierda tenemos la sal en escamas al limón, estupenda para ensaladas, pues le da un toque unn pelín ácido. Liga muy bien con un aceite de menta o hierbabuena, que hacen que el resultado sea muy refrescante.
Arriba a la derecha encontramos la sal en escamas "diabla", llamada así porque va mezclada con las 4 pimientas, blanca, verde, negra y rosa. Metida en un molinillo es ideal para pescados a la plancha o al vapor.
Abajo a la izquierda, sal del himalaya con pimentón de la Vera, uno de los grandes tesoros gastronómicos de Extremadura. Le va perfectamente a los huevos cocidos, así como a las tostas de huevos de codorniz a la plancha.
Y por último, aunque no por ello la peor, la flor de sal ahumada, increíble en carnes a la plancha, pues le da ese leve toque que echamos de menos cuando no tenemos barbacoa. Por supuesto, hay que añadirla al final de la preparación para que la carne no suelte todo el jugo y evitar que se quede seca.
Y nada más, aquí teneis un secretito más de mi despensa, lo que hace que cada plato sea distinto. ¡Espero que os guste y lo apliquéis para sorprender a vuestros invitados!
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