Mousse de chocolate al amaretto

Empieza la semana y tengo que felicitar a Mamen, ganadora del sorteo de los aceites y vinagres por mi cumpleblog. Además, os tengo que contar un secreto... He decidido hacer caso a todas las peticiones de recetas que habéis hecho en vuestros comentarios, ya que me habéis dado ideas para nuevas entradas. Estoy encantada con el montón de participaciones y os agradezco de todo corazón que me leáis de vez en cuando, pues me hace mucha mucha ilusión.

Y por ahora basta de cháchara, que voy a darle a la ganadora el primero de sus premios, y es una receta con mucho mucho chocolate y que aún no había subido, aunque diría que es el segundo postre con el que más triunfo... El mousse de chocolate! (Para quien no lo sepa, el primero es el tiramisú)

Ingredientes:

• 3 huevos
• 4 cucharadas de azúcar
• 100 g chocolate negro
• 50 ml leche
• 2 cucharadas de amaretto (opcional)
• 200 ml nata para montar
• Nueces en mitades para decorar

En dos recipientes muy limpios y secos, separamos las yemas de las claras y reservamos éstas últimas a temperatura ambiente.

Añadimos el azúcar a las yemas y batimos bien con unas varillas hasta que queden blanquecinas y espumosas. En un recipiente aparte, ponemos el chocolate negro troceado y le añadimos la leche hirviendo, removiendo hasta que se deshaga por completo. Si vemos que se enfría y no se ha deshecho del todo, podemos ponerlo 15 segundos en el microondas a máxima potencia...

Dejamos que entibie un poco el chocolate y se lo añadimos a las yemas sin parar de batir. En este paso es importante que el chocolate no esté muy caliente, pues las yemas se cuajarían. Agregamos el amaretto a temperatura ambiente y removemos hasta que esté bien incorporado.

Montamos la nata y la incorporamos a las yemas con chocolate con ayuda de una lengua, sin varillas, para que no se baje, con movimientos envolventes.

Montamos las claras a punto de nieve con ayuda de una batidora de varillas o, en su defecto, varillas manuales (¡yo estoy echando un brazo!) y repetimos la operación, incorporándolas al resto de la mezcla con mucho cuidado.

Repartimos en las copas o recipientes en los que vaya a ser servido la mousse y reservamos en el frigorífico. A la hora de servir, decorar con la mitad de una nuez.

Como véis, la textura es esponjosa, con muchas burbujitas debido al batido de la nata y las claras, por lo que hay que tener mucho cuidado en esos dos últimos pasos para que quede lo más firme posible.

Golosos, ¿os atrevéis con este postre?