Aquí estoy otro dia más, esta vez con una receta algo internacional. Los pancakes a la Hortobagyi son un plato húngaro que probé cuando estuve en Budapest, una ciudad preciosa, por cierto. Su gastronomía me gustó mucho, con sabores picantes conseguidos con la paprika, muy utilizada. Antes de volver, me compré un libro de recetas de Hungría y un sobre de paprika, pues era algo que quería probar a hacer en casa, y el resultado no fue malo del todo aunque si distinto ya que hice algún que otro cambio, como es obvio.
- Una cucharada de manteca de cerdo (el aceite de oliva, ese gran desconocido en la cocina de tantos países...)
- 1 cebolla
- 2 cucharaditas de paprika (o pimentón picante)
- 400 g de carne de ternera picada
- 5 cucharadas de tomate triturado
- Agua
- Sal
- 200 ml de nata
Para las crêpes:
- 200 g de harina
- Una pizca de sal
- 2 huevos
- 250 ml de leche
- 100 ml de agua
Para el relleno, ponemos la manteca de cerdo en una cazuela, añadimos la cebolla muy picada y dejamos que se dore a fuego medio-bajo, consiguiendo así que se haga mucho sin quemarse. Cuando veamos que está en su punto, añadimos la paprika, removiendo bien para que no se queme y, enseguida, ponemos la carne, mezclando todo bien. La carne tiene que hacerse al calor, sin llegar a hervir, por lo que pondremos un poco de agua de vez en cuando para que no se quede sin salsa, pero no mucha como para ahogarla. Agregamos el tomate triturado, removemos bien, salamos y dejamos que termine de hacerse. Cuando la carne esté en su punto, la colamos, dejando la carne casi sin salsa. El líquido colado lo ponemos de nuevo en la cazuela y le añadimos la nata, ponemos a fuego medio durante un par de minutos, ligando todo bien.
Una vez hecho todo esto, montamos los pancakes. Untamos una crêpe con un poco de la crema de la cazuela, ponemos un poco de relleno, dobamos de forma que no se salga y vamos colocando en una fuente. Repetimos el proceso hasta que nos quedemos sin crêpes o sin relleno. Cubrimos los pastelitos con la salsa sobrante y decoramos con un poco de nata.
Como veis, la presentación que yo hice tampoco es gran cosa, pero es la primera vez que los hacía y, sinceramente, me gustaron mucho.
Sobra decir que en todos los sitios donde se emplee mantequilla puede ser sustituída por aceite de oliva, el cual es mas sano y menos calórico.
Sin más que escribir y esperando que os guste, os dejo alguna foto de Budapest, la perla del Danubio.
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